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sábado, 13 de mayo de 2017

Bakugou x Midoriya Fanfic: Héroe Alfa, Héroe Omega Parte 1

*Leer en www.wattpad.com

Lo había planeado desde que era un niño, desde que las advertencias de sus padres ya no eran suficientes como para que dejara de saltar entre los sillones de su casa, llevado por el entusiasmo de mirar por el televisor una nueva hazaña de su héroe favorito. “All Might el número uno”, “All Might el que siempre salva a la ciudad”;  así era como los reporteros se referían a su ídolo.

Tiempo después cuando su madre le presentó a Midoriya Izuku, su objetivo le quedó más claro. Debía quitarle el título al héroe y lograr que al que había comenzado a llamar “Deku” lo observara con esa mirada llena de encanto, la cual le despertaba dos tipos de emociones. La primera “un bonche de inútiles mariposas”, o al menos aquella era la descripción que le otorgaba al cosquilleo en su estómago al pensar que el menor se veía lindo, y la segunda “estúpido Deku”, refiriéndose a los celos de saber que su alegría era a causa de otra persona. 

A la larga su frustración lo condujo a retar a Izuku a todo tipo de actividades; desde aventar piedras al río, hasta ver quién de los dos podía mantener por más tiempo la pelota en el aire. Todo con el fin de recalcarle lo incapaz que era, de esa forma le haría entender que su mejor opción era olvidarse de All Might y así no tuviera otra salida más que aferrarse a él. Dicho plan progresó cuando descubrió que su amigo no poseía poderes y cuando sus profesores comenzaron a explicarles el significado de Alfa, Beta y Omega:

—Escuchen niños, los Omegas son un poco delicados. Además es necesario que a cierta edad se emparejen con un Alfa o un Beta—mencionó la profesora con tono dulce y luego continuó—. Los Betas son la mayor parte de las personas, digamos que somos los más comunes de todos y por último están  los Alfas, que por ser tan fuertes ocupan los grandes cargos en la sociedad. Saben, algunos piensan que ellos son los dueños del mundo.

En cuanto escuchó aquello los ojos de Bakugou brillaron, era evidente que además de tener un poderoso Quirk, había nacido para ser un gran Alfa; el Alfa de Izuku, de quien no tenía duda que ocuparía el rol de Omega. Después de todo no sería inusual que un chico tan débil y pequeño tuviera que ser protegido durante toda su vida. 

Entretanto, Izuku trataba de esquivar las preguntas de sus compañeros al cuestionarle qué resultado creía que obtendría en su examen de roles, que les aplicarían una vez que fueran adolescentes.
—Ta- Tal vez un Beta…— respondió con cierta inseguridad.
—¡No seas tonto Deku! ¡Alguien como tú no podría ser más que un inútil Omega!—exclamó Bakugou ocasionando la risa de los niños.
—¡Mi mamá es una Omega y no es una inútil! ¡bobo!—gritó a lo lejos una infante que había escuchado su conversación—. Aparte, ¡Midoriya-kun puede conseguir a un Alfa muy fuerte! Dime Midoriya-Kun, ¿hay un Alfa que te guste?

El pobre chico no sabía si su sonrojo era el resultado de tener a una niña tan cerca, o la vergüenza de que todos a su alrededor concordaban con que sería un Omega. No era como si pensara que se tratara de algo malo; ya que su madre que siempre cuidaba de él, era uno de ellos. Sin embargo no quería que sus compañeros tuvieran otra excusa para mofarse y pensar que era débil.
—Creo que...sería…All Might…—susurró mientras miraba de soslayo a Bakugou.

Ni siquiera dio tiempo para que los infantes se burlaran de su respuesta, ya que el mayor se le había abalanzando dándole golpes en el rostro acompañados de pequeñas explosiones. La sorpresa fue tanta que todos se quedaron boquiabierta; si  bien sabían que el temperamento del niño era terrible, esta era la primera vez que lo veían tan molesto.
 Asimismo Izuku no pudo decir nada en un principio, pero cuando se recuperó del asombro trató de mencionar el apodo de su atacante tantas veces como le fue posible. Tenía la esperanza de que éste se detuviera, pero cuando observó la forma tan colérica con la que lo miraba se percató que sería imposible. Era como si el chico estuviera inmerso en sus pensamientos repitiendo para sí mismo: “¡Estúpido Deku!, ¡estúpido Deku! Y a decir verdad no estaba equivocado, puesto que a Bakugou le llenaba de ira saber que “su Deku” le pertenecería a otra persona. Que no importaría cuanto se esforzara, ya que al parecer el menor había decidido depender de All Might.

—¡Basta Katsuki-kun!, ¡suéltalo!—vociferó una de las niñas incitando a los demás espectadores a interrumpir la pelea.
—Tiene razón… anda Kacchan, ya fue suficiente…
—¡Es verdad!, ¡lo estás lastimando!
—¡¡Cierren la boca bastardos!, ¡¡o si no los voy a matar!!
—¡¡Katsuki es suficiente! ¡¡No le harás daño a nadie!!—exclamó la maestra quitándolo de encima de su compañero, a la par que examinaba los pómulos morados y las quemaduras en el rostro del otro niño—. Midoriya cuanto lo siento, esto no debió pasar…

Después de curar las heridas de  Izuku, la profesora no sabía decidir qué era más impactante; si el hecho de que el más pequeño no estuviera llorando, o que Bakugou se encontrara cabizbaja y en silencio. Algo en su interior le decía que la riña había sido en parte su culpa, por lo que antes de que los niños se marcharan a sus casas, recogió del suelo la figura de acción de All Might que había quedado en el piso durante la pelea y la colocó sobre el escritorio del de Quirk explosivo.
—Katsuki, los héroes nunca bajan la mirada…—susurró dándole un par de caricias sobre su cabeza.

En ese momento el niño alzó su rostro mirando fijamente al juguete, se preguntó cuándo llegaría el día en que pudiera llamarse a sí mismo héroe y mucho más importante, cuándo sería  el momento en que su amigo lo colocara en un puesto mayor que al hombre de la figura. Y entonces, fue cuando decidió que sin importar qué, aquella sería la última vez que perdería a “su Deku” frente al símbolo de paz.

«¡Nunca más maldita sea!, ¡nunca más!»—pensó respirando profundo, al darse cuenta que conforme se aproximaba al lugar del menor,  éste comenzaba a temblar.

—Ka- Kacchan, por favor… y- ya no me pegues…
—¡Cierra la boca Deku! No te haré nada, yo sólo quiero darte esto…

Cuando el chico tuvo la figura de All Might en sus manos, lloró con un llanto tan fuerte que todos en el salón sintieron la obligación  de  disculparse por las veces que habían sido malos con él. En especial el  más grande, quien apretó sus puños sintiéndose desdichado al concluir que su compañero lloraba por el daño que le había producido. No obstante lo que él desconocía es que Izuku  no lo hacía por dolor; sino del alivio de pensar que la paliza abría sido más grave de haber dicho que quien le gustaba, y quien quisiera que fuera su Alfa en dado caso que llegara a ser un Omega, era  su amigo de infancia, Bakugou.


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