Título: Desde que nos conocimos
Autor: Yoite
Parejas: Kiseki x Kuroko
Anime:
Kuroko No Basket
Capítulo 1
El Pequeño Celeste
Aquel, era un día pintoresco, donde
el menor, Tetsuya Kuroko, daría su primer paso a dejar de ser tan solo
un chiquillo infantil y travieso. Sus padres, por fin le habrían concedido la
petición de partir, sin la protectora compañía de alguno de ellos, en búsqueda
del almuerzo de aquella tarde.
Sin duda alguna, seria la prueba suficiente para demostrar,
el inicio de su tan aclamada libertad.
Sonrientemente, el pequeño peli celeste comenzó su travesía,
llevando con si, su diminuta mochila de pingüino, albergando en ella, la lista
del mandado, que su madre, le había preparado especialmente para la ocasión,
seguido de un par de monedas, para poder adquirir la despensa.
Orgulloso, miraba como sus pasos le guiaban directo al
paradero decidido, cuando sin notarlo, un esponjoso cachorro se cruzo en su camino,
al no poder apartar sus ojos azulados ante aquella bola de pelos, no dudo ni un
segundo en correr tras el, actitud inocente, que lo aparto de su destino.
Pasaron los segundos, los minutos y las horas, el infante
había perdido de vista al adorable canino, despistado, miro al cielo que se
tornaba oscuro, percatándose, de que ingenuamente había olvidado por completo
la noción del tiempo.
Tratando de calmar su angustia y preocupación, decidió
respirar hondo, colocando sus temblorosas manos sobre su pecho, y repitiéndose,
que él era un chico valiente y que pronto recuperaría la ruta que llevaba desde un principio.
Miraba hacia un lado, miraba hacia el otro, pero ninguna de
aquellas misteriosas calles angostas se le hacían conocidas, la desesperación
comenzó a controlar sus débiles sentidos, atormentado comenzó a correr sin
rumbo fijo.
Las lágrimas de desconsuelo, comenzaron a caer sobre su consternado
rostro.
-¡Mami! ¡Papi! ¿Donde están?... por favor, ¡respóndanme!
¡Ayúdenme!- Gritaba agobiado.
Poco a poco fue víctima
del cansancio, dejándolo inconsciente sobre el frío asfalto, en las solitarias
avenidas de Japón.
Unas cálidas manos recorrían su suave cabellera, dulcemente
le peinaban y le acariciaban, sus brillantes pupilas paulatinamente se fueron
abriendo, hasta divisar directamente al dueño de tan agradable tacto.
Su mirada se cruzo con un peli güero, que le miraba
preocupadamente, Tetsuya comenzó a sentir un intenso palpitar dentro de su
corazón, su respiración se torno profunda y a la vez agitada, sus mejillas
comenzaron a colorarse de un leve tono carmesí, su cuerpo se inundo de un
nerviosismo que su minúsculo cuerpo jamás había sentido.
-¿Estas bien?- Pregunto alteradamente el mayor.
-¿Quién es usted? ¿Un ángel?… acaso eh muerto.-
-Pero que es lo que dices… veo que estas muy confundido, no
te preocupes, no te hare daño.-
Al mirar la sonrisa
del adulto, el peli celeste se lleno de un sentimiento indescriptible, aquel
era la delicada sensación, del primer amor.
Continuara...
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